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escuchar al conversar

Nuestra vida transcurre en conversaciones. El modo de relacionarnos con otros es a partir de conversar. Cualquiera sea el medio, canal o dispositivo que utilicemos para ello. El lenguaje nos ha sido dado para que logremos expresar verbalmente o en forma escrita lo que necesitamos, sentimos, pensamos y deseamos.  


Escuchar abre mundos

Ahora, el conversar implica contar con algo que decir, pero también con la disposición para brindarse a la escucha. El conversar es como una danza que llevamos adelante entre dos o más personas, en dónde los momentos de hablar y escuchar se entrelazan e intercambian dinámicamente. En dónde debemos mantener el tiempo, ritmo y coordinar los momentos para llegar a un entendimiento completo de lo que compartimos al conversar.

En relación al modo de escuchar, cada uno de nosotros contamos con una predisposición o patrón de comportamiento al momento de estar en situación de escucha en una conversación. Esta modalidad será como un impulso que se manifiesta en forma automática, es por ello que resulta conveniente primero conocer el cuadrante de comportamiento de escucha, el cual cuenta con influencia de la tipificación realizada por la universidad de Harvard. A continuación se desarrolla el mismo en forma gráfica, para luego abordar la explicación.


Orientado a la tarea

Analítico

Relacional

Crítico


 

En los cuatro estilos mencionados identificamos el Orientado a la tarea, el Relacional, el Analítico y el Crítico.


El primero que abordaremos es el del oyente Orientado a la tarea, quien cuenta como característica principal focalizar su atención en la eficacia, en buscar determinar que la conversación se centre en transmitir la información importante y relevante que permita entender una situación para así en forma instantánea buscar la resolución del problema o aprovechar una determinada oportunidad que se manifiesta.

Una persona que con un estilo de escucha Relacional, su modo de abordar la conversación, es a través de establecer una conexión con su interlocutor que le permita identificar qué emociones están poniéndose en juego en la misma. Siempre el objetivo final que busca es desarrollar un vínculo con los otros.

El estilo de tipo Analítico lleva adelante una escucha que pretende abordar en forma objetiva una situación para entenderla y desmenuzar la misma, con un foco en la neutralidad u objetividad. En este punto mantiene una similitud con el tipo de oyente orientado a la tarea, visto que se centran en las causas del porqué conversar, siendo sus diferencias que el analítico busca entender y pensar diversas alternativas, mientras que el orientado a la tarea su impulso es la resolución.

El último estilo por mencionar es el Crítico, quien su modo de  manifestarse es por medio del juzgar lo que se está hablando e incluso a quién está hablando.

Estos estilos base, dan forma a las conversaciones y operan como filtros de nuestra escucha, ya que a partir de ellos generamos una interpretación de lo escuchado. En cierto modo, es una escucha filtrada por nuestras propias experiencias, juicios e incluso emociones que adornan lo dicho. De aquí, la importancia de reconocer nuestro estilo de escucha predominante, para así a partir del darse cuenta, estar atento y/o consciente, para poder así ejercitar qué tipo de escucha necesita la conversación que estamos llevando adelante.

Aquí la pregunta que nos debe guiar para tomar consciencia desde que estilo estamos escuchando y cómo trabajar sobre lo que necesita la conversación es: ¿Escucho o me escucho?.


Por Matías Jaime

Colaboro y lidero a otros en potenciar rendimientos y resultados.

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